Aprender a habitar el cuerpo como en algún momento se aprende a habitar el mar: con una caricia precavida, tratando de no cortarse con las olas intentar que arda lo menos posible avanzar hasta lo más hondo ir perdiendo el miedo.
(esc) rito de iniciacióncompartió una citahace 2 años
Vamos a hacer un invento que nos cubra del viento del desamparo.
Leida Castellanoscompartió una citael año pasado
la tormenta también parece amable ante tus últimas palabras
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos
(no más de 5 por vez)