Gilberto Julio Marquina Castillocompartió una citael año pasado
Empecé a tranquilizarme, si se puede llamar tranquilidad a aquello en lo que nos sumimos cuando la violencia de la ira deja paso a la desesperación.
Gisela AGcompartió una citahace 24 días
Cuando cayó la noche, salí de mi refugio y vagué por el bosque; y ahora, que ya no me frenaba el miedo a que me descubrieran, di rienda suelta a mi dolor, prorrumpiendo en espantosos aullidos
Itzel Roblescompartió una citael año pasado
olvidé mi soledad y deformación, y me atreví a ser feliz.
Gilberto Julio Marquina Castillocompartió una citael año pasado
el corazón de los hombres, cuando el egoísmo no los ciega, está repleto de amor y caridad.
Gilberto Julio Marquina Castillocompartió una citael año pasado
¡Qué mudables son nuestros sentimientos y que extraño el apego que tenemos a la vida, incluso en los momentos de máximo sufrimiento!
Gilberto Julio Marquina Castillocompartió una citael año pasado
¡Cuán tenaz es la vida, y cómo se aferra a quienes más la desprecian!
benny24erccompartió una citael mes pasado
Por primera vez experimenté lo que eran las obligaciones del creador para con su criatura, y comprendí que antes de lamentarme de su maldad debía posibilitarle la felicidad.
benny24erccompartió una citael mes pasado
Satanás tenía al menos compañeros, otros demonios que lo admiraban y animaban. Pero yo estoy solo y todos me desprecian.
benny24erccompartió una citael mes pasado
Pero es así; el ángel caído se convierte en pérfido demonio. Pero incluso ese enemigo de Dios y de los hombres tenía amigos y compañeros en su desolación; yo estoy completamente solo.
Ceci F.compartió una citahace 4 meses
¡Ay!, ¡cuántas veces maldije la causa de mi existencia!
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos
(no más de 5 por vez)