Constanza se burlaba de sí misma y decía que en lugar de azúcar, flores y muchos colores, ella estaba hecha de frustración, vergüenza y miedo al abandono.
Los medicamentos no ayudaron, acaso la convirtieron en una agorafóbica funcional. Y lo que le faltaba de seguridad y le sobraba de ansiedad, Constanza lo suplía con vanidad, arrogancia y actitudes desdeñosas mientras practicaba su resting bitch face.