Si el muro del Malecón pudiera hablar sé que no le alcanzaría el tiempo para contar todas sus historias, porque ha visto de todo: inicios y rupturas de parejas, confesiones, intentos de suicidio, recitales, escándalos, conjuras, suicidios consumados, fecundaciones, despedidas, risas, llantos… El muro lo ha visto todo.