Cristina Domenech

«[…] vive plenamente, vive apasionadamente, vive desastrosamente. Vivamos, tú y yo, como nadie nunca ha vivido antes»

Cuanto más hablaba con otras mujeres lesbianas y bisexuales sobre esta idea, más cuenta me daba de que muchas de ellas nunca habían leído un poema de sor Juana o visto una película de Garbo o contemplado un cuadro de De Lempicka. Conocían sus nombres y sabían por qué eran famosas pero, como suele suceder en estos casos, saber de su existencia como celebridades, como astros de sus respectivos campos, había supuesto un obstáculo para que intentaran indagar y conocerlas más a fondo.

A diferencia de lo que se suele pensar, el trabajo de investigación rara vez concluye con una respuesta. Al contrario: el trabajo de investigación siempre empieza y acaba con una pregunta.

¿Sabíais que Safo inventó la púa de guitarra? Pues no lo sepáis demasiado fuerte porque a lo mejor es mentira. Pero a lo mejor es verdad. Pero a lo mejor es mentira

¿qué clase de bollera sería yo si no intentara escribir un capítulo sobre Safo de Lesbos en un libro sobre bolleras ilustres?

Pero siento mucho deciros que, aunque es más que probable que los poemas de Safo contengan sentimientos y vivencias personales, no hay forma de confirmarlo,

Esta es también una valiosa lección de vida: que una fuente tenga muchos siglos de antigüedad no significa que sea veraz.

Tampoco ayuda que desde su muerte cada época haya entendido a Safo de una forma totalmente diferente. En el siglo I d. C. se reconocía su genio, pero también se hablaba despectivamente de sus posibles relaciones con mujeres. En la Edad Media su obra se consideró obscena y se destruyó gran parte de sus escritos. En siglos consecutivos se la vio como una prostituta, como una musa de las letras o como una figura trágica, y cada periodo contribuyó con teorías, hipótesis y literatura de ficción sobre su figura, lo que oscureció aún más su leyenda

Que era un fanfic de Safo es lo que os estoy intentando decir.

(A todos los estudiantes y expertos en culturas clásicas: por favor, no me busquéis por decir que Ovidio escribió un fanfic de Safo).

Algunos habréis notado que en ningún momento he hablado de escuela de Safo, donde famosamente enseñaba poesía y música a muchachas jóvenes, y eso es porque no existió tal escuela.