¿y si en vez de la piedra que afilamos
contra extrañas costumbres
y criaturas indignas del saludo
abriéramos la mano
navegáramos los ríos profundos
que nos surcan
el delta inseparable de la especie
el estuario precioso de la vida
la burbuja que flota en torno al sol
los vasos comunicantes
en el gran laboratorio del espacio?
¿y si nuestro espejo fuera el mar
más que las arenas?