Aprender a habitar el cuerpo como en algún momento se aprende a habitar el mar: con una caricia precavida, tratando de no cortarse con las olas intentar que arda lo menos posible avanzar hasta lo más hondo ir perdiendo el miedo.
Kary Lorenzocompartió una citahace 3 meses
Qué miedo tanta felicidad junta.
Kary Lorenzocompartió una citahace 3 meses
Ahora: dos de la mañana cuatro grados este otoño es fatal. Ayer tenía tus pies enredados con los míos y hoy tengo que conformarme con una mantita cuadrada
Opiniones
Mateo Benjamin Brizuela de la Fuentecompartió su opiniónhace 7 días