Los autores de Doce pasos y doce tradiciones explican dónde comenzar con la búsqueda de los defectos. Afirman que todos fuimos dotados de instintos que nos permitieran sobrevivir, como individuos y como especie, y que los instintos se dividen en tres grupos: los materiales, que posibilitan la subsistencia del individuo; los sexuales, que facultan la existencia de la especie, y los sociales, que permiten la existencia de la sociedad. El problema del alcohólico habría surgido —siempre según el Cuarto Paso— cuando se vio tiranizado por su deseo de obtener cierta seguridad material, por su deseo de tener relaciones sexuales o por su afán de prestigio.