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Edward Bulwer-Lytton

  • Josué Osbournecompartió una citahace 10 meses
    La casa está encantada; y a la vieja que estaba a cargo la encontraron muerta en su cama con los ojos abiertos de par en par. Dicen que el diablo la estranguló.
  • R Güemescompartió una citahace 2 años
    Saint-Germain, el misterioso cortesano de Luis XV
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    El terror de los grandes cuentos sobrenaturales es el terror de una pesadilla proyectado dentro de la consciencia despierta».
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    argumento gira en torno a una casa encantada, en Londres, donde voluntariamente se introduce el narrador, junto con su criado y su perro, y asiste a una serie de apariciones espeluznantes. Se descubre, a través de unas cartas, que la casa fue muchos años atrás el escenario de unos crímenes. El secreto de todo parece encerrarse en una habitación vacía. Conectada a esta, la voluntad de un ser inmortal y perverso, uno de los que tuvo que ver con la casa en el pasado, ha creado y gobernado desde la distancia los extraños fenómenos
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Déjame decirte solo una cosa: más que lo que vimos u oímos (respecto a eso, supondrías con justicia que éramos víctimas de nuestra imaginación alterada o de la impostura de otros), lo que nos ahuyentó fue un terror indefinible que nos atenazaba a ambos al pasar junto a la puerta de cierta habitación vacía en la que ninguno de los dos vio ni oyó nada; y lo más asombroso y extraño es que, por primera vez en mi vida, estuve de acuerdo con mi esposa, pese a lo estúpida que sea, y admití tras la tercera noche que era imposible permanecer una cuarta en aquella casa
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Sé la razón; se han quedado ustedes más tiempo que los demás inquilinos. Pocos pasaron una segunda noche; nadie, antes, la tercera. Pero supongo que ellos han sido muy amables con ustedes.
    —¿Ellos…? ¿Quiénes? —pregunté fingiendo una sonrisa.
    —Bueno, los que rondan la casa, quienesquiera que sean; yo no les presto atención.
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    La casa está encantada; y a la vieja que estaba a cargo la encontraron muerta en su cama con los ojos abiertos de par en par. Dicen que el diablo la estranguló
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Desgraciadamente, la casa está encantada, si puedo usar esa expresión, tanto de noche como de día; aunque por la noche los trastornos adquieren un carácter más desagradable y, en ocasiones, alarmante. La infeliz anciana que falleció allí hace tres semanas era una indigente a la que yo mismo saqué de un asilo de pobres; en su niñez había tenido trato con algunos miembros de mi familia, y una vez se vio en circunstancias tan favorables que había alquilado esa misma casa a mi tío. Era una mujer de educación distinguida y mente poderosa, y fue la única persona a la que logré persuadir de que permaneciera allí. En realidad, desde su muerte, que fue repentina, y las pesquisas del juez de instrucción, que dieron mala fama a la casa en todo el barrio, he desesperado de encontrar a una persona que se encargue de ella, mucho más a un inquilino, y de buen grado la alquilaría gratis por un año a cualquiera que pague las tasas e impuestos
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    No sabría decírselo con certeza, pero muchos años; la anciana a la que me he referido decía que ya estaba encantada cuando ella la alquiló, hará entre treinta y cuarenta años
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Regresé a Inglaterra el año pasado, después de heredar la fortuna de un tío entre cuyas posesiones se hallaba la casa en cuestión. La encontré cerrada y sin ocupar. Me dijeron que estaba encantada y que nadie quería vivir allí. Sonreí ante lo que me pareció un cuento absurdo
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