Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
sospecho que mi jefe está listo para eliminar todos los números de teléfono de chicas de su agenda. Una universitaria de veintidós años, Everly Jensen, se ha convertido en lo único a lo que presta atención últimamente.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
Y entonces observo cómo dobla la hoja dos veces por la mitad antes de levantarse lo bastante de la silla como para guardárselo en el bolsillo trasero del pantalón.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
—¿Qué piensas de Sandra?
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
No sé por qué, pero Recursos Humanos solo me asigna gays o mujeres tan viejas que podrían ser mi madre.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
—No, quiero decir que qué piensas de Sandra como mujer.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
Me pone, joder, pero no estoy seguro de si yo también le pongo a ella
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
—Rompieron en verano —digo con seguridad. Me recuesto en la silla y tiro la pelota al aire un poco más alto. —¿Cómo lo sabes? —Sawyer deja de teclear y se cruza de brazos.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
—Cállate —me interrumpe Sawyer—. No es tu tipo. —¿Preciosa? —pregunto.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
No estoy a la altura de esta chica.
Victoria Valenzuelacompartió una citael año pasado
La dulce Sandra quiere hacer cosas sucias conmigo.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos
(no más de 5 por vez)