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Sylvain Tesson

  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    La Ilíada es el relato de la guerra de Troya. La Odisea narra el regreso de Ulises a su reino de Ítaca. Uno describe la guerra, el otro la restauración del orden. Ambos trazan el perfil de la condición humana. En Troya: la avalancha de las masas rabiosas manipuladas por los dioses. En la Odisea: Ulises circulando entre islas y buscando una escapatoria. Entre los dos poemas, una violentísima oscilación: maldición de la guerra aquí, posibilidad de una isla allá. Por un lado, el tiempo de los héroes, por otro, una aventura interior.

    En estos textos cristalizan toda una serie de mitos que, hace dos mil quinientos años, difundían los aedos entre la población de los reinos micénicos y de la Grecia arcaica. Nos parecen extraños, a veces monstruosos. Están llenos de criaturas horrendas, de hechiceras hermosas como la muerte, de ejércitos en desbandada, de amigos intransigentes, de esposas abnegadas y de furiosos guerreros. Se desatan tempestades, se desmoronan murallas, los dioses hacen el amor, las reinas sollozan, los soldados enjugan sus lágrimas en túnicas ensangrentadas, los hombres se sacan las tripas…, hasta que una delicada escena interrumpe la matanza y las caricias detienen la venganza.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    Hace dos mil quinientos años un poeta, algunos pensadores, filósofos arrojados (o desembarcados) a las piedras del Egeo, ofrecieron al mundo unas enseñanzas cuya agudeza no ha menguado con los siglos. Los griegos nos informan sobre aquello que todavía no somos.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    Homero es el músico. Nosotros vivimos en el eco de su sinfonía.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    Los héroes de estos cantos siguen viviendo en nosotros. Su arrojo nos fascina. Sus pasiones nos resultan familiares. Sus aventuras han forjado expresiones que usamos a diario. Son nuestros hermanos y hermanas evaporados: ¡Atenea, Aquiles, Áyax, Héctor, Ulises y Helena! Sus epopeyas han engendrado lo que somos, nosotros, los europeos: lo que sentimos, lo que pensamos. «Los griegos civilizaron el mundo», escribió Chateaubriand. Homero sigue ayudándonos a vivir.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    puede que no haya nada nuevo bajo el sol de Zeus y los asuntos que atraviesan los poemas —la guerra y la gloria, la grandeza y la dulzura, el miedo y la belleza, la memoria y la muerte— sean el combustible de la hoguera del eterno retorno.

    Yo creo en esto último: en la invariabilidad del hombre. Los sociólogos modernos están persuadidos de que el hombre es perfectible, de que el progreso lo desarrolla y la ciencia lo mejora. ¡Bobadas! El poema homérico es imperecedero, porque el hombre, si acaso, cambió de vestimenta, pero sigue siendo el mismo personaje, igual de miserable o de grandioso, igual de mediocre o de sublime, ya vaya ataviado como un guerrero en la llanura de Troya o espere el autobús bajo una marquesina del siglo XXI.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    El genio de cada lugar alimenta a los hombres que lo pueblan. Creo en la perfusión de la geografía en nuestra alma. «Somos los hijos de nuestro paisaje», decía Lawrence Durrell.
  • F. Javier Limpias Ch.compartió una citahace 10 meses
    Vivir en la geografía es atravesar la distancia que media entre la carne del lector y la abstracción del texto.
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