»Eso significa que, a veces, debemos hacer sacrificios que afectarán nuestra vida económica para que otras áreas de nuestra vida puedan prosperar. A veces decidirás trabajar menos para que la relación con tu esposa y con tus hijos prospere. A veces decidirás perder dinero en un negocio turbio para que tu relación con Dios mejore. A veces deberás entregar grandes capitales para ayudar a los necesitados para que tu relación con los pobres se incremente... ¿Me entiendes?»