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Philip K.Dick

  • Enrique Cuellarcompartió una citael año pasado
    veces soy un hombre y a veces un niño; a veces soy una mujer gorda y vieja, con varices, y estoy en sitios que nunca había visto, haciendo cosas que no tienen sentido.
  • Enrique Cuellarcompartió una citael año pasado
    A veces soy un hombre y a veces un niño; a veces soy una mujer gorda y vieja, con varices, y estoy en sitios que nunca había visto, haciendo cosas que no tienen sentido.
  • Enrique Cuellarcompartió una citael año pasado
    A veces soy un hombre y a veces un niño; a veces soy una mujer gorda y vieja, con varices, y estoy en sitios que nunca había visto, haciendo cosas que no tienen sentido.
  • Enrique Cuellarcompartió una citahace 9 meses
    Si tienen sentido común, lo dejarán en paz, pero si desean devastarlo para confeccionar periódicos, no es nuestro problema.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    No comprendían, sobre todo, el desamparo del hombre. Soy débil, pequeño, una entidad insignificante en la vastedad del universo. El universo no advierte mi presencia, soy invisible. ¿Y por qué corregir esta situación? Los dioses destruyen todo lo que ven. Si uno admite la propia pequeñez escapa a los celos de los grandes.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    No moriremos. Seguiremos viviendo, invisibles.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    –Exactamente. Y puedo decirte cuál de los dos. Te das cuenta. Los coleccionistas se estafan a sí mismos. El revólver que un soldado disparó en una batalla famosa, como la de Meuse-Argonne, por ejemplo, es igual al revólver que no fue empleado en esa batalla, salvo que tú lo sepas. Está aquí. – Wyndam-Matson se tocó la frente-. En la cabeza, no en el revólver.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    –De eso se trata. Tengo que probártelo con algún documento. Un certificado de autenticidad. Y de este modo todo es una estafa, una ilusión colectiva. ¡El valor histórico está en el certificado, no en él objeto mismo!
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    El certificado y el encendedor le habían costado una fortuna, pero valían la pena, pues le permitían probar que tenía razón que la palabra "falsificado" no significaba nada realmente, pues la palabra "genuino" tampoco tenía sentido.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 2 años
    El metal procede de la tierra, se dijo el señor Tagomi, de abajo, del reino interior, el más denso. El país de los gnomos y las cavernas, húmedo, siempre oscuro. El mundo yin, en su aspecto más melancólico. Un mundo de cadáveres, podredumbre y colapso. Un mundo de heces. Todo lo que ha muerto y vuelve atrás desintegrándose capa por capa. El mundo demoníaco de lo inmutable; el tiempo-que-fue.

    Y sin embargo, a la luz del sol, el triángulo de plata resplandecía. Reflejaba la luz, el fuego, pensó el señor Tagomi. No era de ningún modo un objeto oscuro, húmedo, ni tampoco pesado, fatigado; palpitaba de vida. El reino elevado, el yang, el empíreo, lo etéreo, como correspondía a una obra de arte. Sí, esa era la tarea del artista: tomar el mineral de la tierra silenciosa y oscura, y transformarlo en una forma celeste, que refleja la luz.

    El triángulo traía vida a los muertos; los cadáveres se encendían animándose; el pasado había cedido ante el futuro.
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