Hilos de plata inclinados se incrustaban en la blanda tierra y la levantaban como si fueran balas de fusil.
R Güemescompartió una citahace 7 meses
al haberse separado, ninguno de los dos es ya lo que fueron o un día pensaron que serían.
Y nunca lo serán
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Treinta y un años.
No son viejos.
Ni jóvenes.
Pero tienen ya una edad en que la muerte es un hecho posible
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Por debajo de ellas se deslizaban las lágrimas, que resbalaban temblorosas a lo largo de su mandíbula como gotas de lluvia
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Por debajo de ellas se deslizaban las lágrimas, que resbalaban temblorosas a lo largo de su mandíbula como gotas de lluvia por el borde de un tejado.
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Por debajo de ellas se deslizaban las lágrimas, que resbalaban temblorosas a lo largo de su mandíbula como gotas de lluvia por el borde de un tejado
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Para entonces Esthappen y Rahel habían aprendido que el mundo tenía otras formas de romper a los hombres.
R Güemescompartió una citahace 7 meses
Para entonces Esthappen y Rahel habían aprendido que el
Tania Gálvezcompartió una citahace 2 años
momento, no tenían apellido, porque Ammu no sabía si volver a utilizar el suyo de soltera, aunque decía que una mujer tampoco tenía mucha elección si sólo podía escoger entre el apellido de su padre y el de su marido.
Tania Gálvezcompartió una citahace 2 años
«Lo que hago hoy es infinitamente mejor que cuanto haya hecho antes»,
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