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Editorial Gafas Moradas

  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    En la misma entrevista, agrega: «Es el límite el que te hace renombrar las cosas».
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    La belleza, el mar y lo que sucede en cada lector de poesía es una experiencia personal.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    La gravedad inherente a estos tres universos —belleza, mar y poesía— a mi parecer solo necesita intérpretes que puedan correr el riesgo de una constante y siempre viva internalización individual.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Sin embargo, no saber qué decir sobre la poesía, el mar o la belleza resulta una salida fácil a una retórica subyacente. Ese no saber me libera de una muerte o un derrumbe.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Una vez que la poesía, el mar o la belleza te atrapan, sus espejos te vuelven inmóvil y te obligan a devociones mitológicas.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Quizás, porque mi padre me puso un nombre que significa «espíritu del libro», porque busca la sinrazón.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    La poesía fue y seguirá siendo el burro cargando latas de agua en las calles de piedra de Chepén, mi papá agarrándome fuerte de la mano en Nathan Road en Kowloon, mi mamá acostada sobre un harnero lleno de garbanzos, los Mestres calceteiros en Macau, los gritos de las lechuzas en el campo.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    La Gordura es una tradición

    que no permite identificase al valor intenso

    de la corriente interna

    de no ser nadie…
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Me pregunto si me abrirás

    utilizando un cuchillo de camal

    como un trofeo

    herida estoy

    toro salvaje al fin

    sobre la lona nada se hace

    reviéntame el ojo, las cejas, el labio

    mientras meces mi cara con tu puño

    me acuerdo de ti, rival

    de tus rodeos

    veo mi cuerpo balanceándose

    apenas levanto las piernas

    frunces el ceño

    me das con los hombros

    bailando fugazmente hasta partirme
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    TEMIENDO

    que el juego de estar sola

    me gustara demasiado

    jugué

    a bifurcarme de otra rareza

    a caminar detrás

    a redimir culpas prestadas

    a desaparecerme

    (cual llama de juglar en su garganta)

    en el gigantismo prometedor

    de una maraña multimedia.

    Belleza artificial

    y el juego me aburrió tanto

    que a pesar del

    m

    i

    e

    d

    o

    me fui un día a un rinconcito

    del sobrevivir pintoresco salvaje del mar

    y le agradecí a Dios

    La justicia

    El juego más lindo de jugar

    a abandonarse a la libertad del centro.
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