Mónica Coronado

pedagogía de lo incierto y de la finitud” (Joan-Carles Mèlich), las “pedagogías viralizadas” (Philippe Meirieu), la “pedagogía del afecto” (Carina Kaplan), la “pedagogía de contraaislamiento” (Mariano Narodowski), la “pedagogía de la excepción” (Axel Rivas), etcétera

Es una pedagogía que insiste en el encuentro por sobre la presencia, en la conversación por sobre la explicación, en los actos de aprender más que en las tareas, en la institucionalidad más que en los edificios y en los procesos más que en los resultados

La noción de comunidad, de red, de lazo, de equipo. Saber que no estamos solos.
La fragilidad como una condición de nuestra humanidad, que nos acerca a los demás. Una fragilidad que no es debilidad, una dependencia que no es desvalimiento ni impotencia.
El bienestar de todos los miembros de la comunidad. La reciprocidad y la mutualidad en el cuidado, el cuidado de los cuidadores. El trabajo en equipo para lograr un clima institucional benigno y posibilitador como una condición ineludible en la enseñanza.
La solidaridad y el acompañamiento. El auxilio a los miembros más débiles o vulnerables. El abrazo que se da sosteniendo al otro, aun sin brazos de por medio. El duelo compartido.
La interdependencia. La certeza de que lo que los demás hacen o dejan de hacer nos afecta a todos, directa o indirectamente, hoy o mañana

La atomización de actividades de aprendizaje, o de situaciones de aprendizaje, no construye esquemas de conocimientos, sino más bien episodios que pueden quedar cognitivamente aislados. Pasar

La atomización de actividades de aprendizaje, o de situaciones de aprendizaje, no construye esquemas de conocimientos, sino más bien episodios que pueden quedar cognitivamente aislados. Pasar

el encuentro se produce una conversación, un intercambio, una retroalimentación mutua. La comunicación y su fluidez entraman el vínculo necesario para que suceda.
Vínculo. Existen procesos intersubjetivos, emocionales, implicados en el aprendizaje que se relacionan con la autoestima, la valoración de las propias capacidades, el ánimo y las circunstancias de la vida. Las emociones empapan los procesos de enseñanza y aprendizaje

El aprendizaje es un acto intencional y debemos atender a los intereses que provocan esa intención.
El aprendizaje tiene sentido en la medida que permite conectar con la realidad y compromete a nuestros alumnos con ella.
La estrategia de enseñanza busca crear experiencias educativas y no transmisión de contenidos.

Mediados, es decir, introducidos, explicados en cuanto a su sentido.
Engarzados en una secuencia didáctica. No un archipiélago de tareas inconexas, sino elegidos con sentido global y particular.
Adecuados al contexto en que se van a realizar, por ejemplo, en la casa con asistencia familiar o en el aula.
Acordes a la centralidad del estudiante. Atendiendo a la edad, intereses y capacidad autónoma de resolución del estudiante para resolverlos de forma independiente o con la ayuda con la que contaban en sus familias, con sus condiciones económicas y socioculturales.
Ordenados. Con referencias (curso, fecha, unidad didáctica, etc.) y con partes o secciones muy nítidas, en donde se destacan y enfatizan las consignas de trabajo; por ejemplo: con el verbo o la acción a realizar por parte del estudiante destacados mediante letra subrayada o negrita.
Con consignas claras, enunciadas con simplicidad, que ayuden al aprendiz a comprender con claridad qué debe hacer. En vez de seguir

sentido de pertenencia a un grupo de clase, el rol activo del aprendiz, su motivación, el intercambio y la colaboración entre compañeros. No solo se trata de enviar tareas, como un bombardeo, sino de establecer un circuito de comunicación, de ida y vuelta

La formulación y organización de esos descriptores en el programa o planificación.
Las metas u objetivos prioritarios propuestos. El orden de prioridades de esos objetivos.
El tiempo disponible y el ritmo de trabajo del docente y los estudiantes.
Las características y la respuesta de los estudiantes.
Los recursos y canales con los que se cuenta.
El reconocimiento de la relevancia formativa de ciertos objetivos.