instituye, en principio, al escritor es el editor, al otorgarle al discurso privado del autor la categoría de publicable y en consecuencia «de hacerse público».
La literatura, el escribir público, tiene su origen en un acto de desigualdad: yo hablo (escribo), tú callas (lees).
En la raíz de la literatura está el pacto entre el autor y la comunidad a la que remite su discurso (comunidad que sí es la propietaria de las palabras) y ese pacto, que crea responsabilidad tanto en el autor como en la comunidad, es parte intrínseca, esencial, del ser de la literatura. Desde mi punto de vista, sin ese pacto no hay literatura.
El poder de la memoria y la memoria del poder
La literatura como pacto de responsabilidad
Los libros serán el lugar de encuentro entre Martin y el nuevo mundo en el que ahora penetra. Lugar de encuentro y desencuentro
para entrar en el mundo al que aspira debe conocer su código
Se trata de leer, de entender los libros, de descifrar su código
A Martin se le ha venido abajo su escala de valores.
Los muchos libros que leía no le servían sino para aumentar su desasosiego
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