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Las prendas “por si” se tienen que ir. ¿Cuáles son estas?: “por si” engordo, “por si” adelgazo, “por si” se vuelve a usar, “por si” vuelvo a quedar embarazada… Primero, no sabemos cuándo esto puede llegar a ocurrir, y segundo, están todo el tiempo en el placard mostrándonos lo que no somos, lo que no pasó, lo que no llegó a ser, y la verdad es que eso no está bueno, no tiene buena energía. Además, si volviéramos a adelgazar

Por qué nos cuesta soltar?
Kondo® cree que nos cuesta desprendernos de los objetos porque estamos o muy “aferrados al pasado” o le tenemos “miedo al futuro”. Al finalizar una charla, una

chica se me acercó y me dijo: “A mí me pasan las dos cosas”. Es muy importante empezar a reconocer qué nos ocurre. Sincerarnos es el primer paso para poder cambiarlo

El autor de Goodbye, things, Fumio Sasaki, cree que el “miedo al arrepentimiento” es otro de los motivos. Si dejamos ir un objeto que creíamos que no nos hacía feliz y después descubrimos que sí, no va a pasar absolutamente nada, probablemente no lo extrañemos, así que no seamos tan culposos

El apego emocional también juega mucho a la hora de no poder soltar. Esto está relacionado con un poder

que le otorgamos a un objeto, y creemos que si lo perdemos, podríamos llegar a sufrir, entonces se nos vuelve difícil soltarlo

Amar algo en algún momento no quiere decir que debamos tenerlo para siempre

En cambio, si tuviéramos menos, usaríamos todo, perderíamos menos tiempo pensando y buscando y, como nos quedamos con aquello que nos hace felices y todo lo que tenemos en nuestro placard nos queda espléndido, empezamos a estar más conformes con nosotros.

Cómo las vamos a colgar? Kondo® propone que el perchero se vea “elevado hacia la derecha”. En palabras más simples, debemos colgar las prendas de izquierda a derecha de

Cómo las vamos a colgar? Kondo® propone que el perchero se vea “elevado hacia la derecha”. En palabras más simples, debemos colgar las prendas de izquierda a derecha de forma ascendente, es decir, desde lo más largo hacia lo más corto. ¿Por qué? Porque visualmente es mucho más delicado ver desde lo más largo hacia lo corto, o de lo más pesado hacia lo liviano