Reino de Cordelia

  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    UNA MAÑANA, una mujer, al decir «Buenos días» a su vecina, se dio cuenta de que no podía sonreír. Era terrible. Lo volvió a intentar. Nada. Hizo más esfuerzos. Daba igual. Lo que descubrió después fue más grave aún. Recordó que no había visto reír a nadie en las últimas veinticuatro horas
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    UNA NOCHE se dio la noticia. Se había perdido la risa. El planeta había dejado de reír
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    ¡Oh, H-Lou…! Era imposible no adorar su cabello ámbar pálido, sus ojos de oro, sus labios rosados, unos labios en los que uno podía adormecerse mientras los besaba. Y su olor. Ella olía a amor, a la Navidad de su infancia. Y su sonrisa. Aquella sonrisa suave que se extendía, entre ríos de plata y desiertos de algodón, por un mundo coloreado con sus sueños.
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    Cuando William Warfield empezó a cantar Ol’ Man River, Gerva se puso a llorar suavemente. Y al terminarse la canción, mi amigo Gerva tenía los ojos llenos de lágrimas. Sacó un sucio pañuelo de su mono, se secó la cara, se sonó y siguió comiendo el pan de Viena y el chocolate Nogueroles. Yo fui incapaz de cogerle la mano y apretársela. Se decía entonces que esas cosas eran de mariquitas.
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    Por cierto, que el belén fue un invento de San Francisco de Asís antes de irse a recorrer el mundo. Luego, los franciscanos se encargaron de difundir los nacimientos
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    La Navidad es como una quinta estación que nunca aparece —ni aparecerá— en los calendarios, pero que todos cumplimos por dentro. A lo mejor, resulta que la Navidad es, sencillamente, nuestra infancia
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    Lo más bonito de las Navidades era pensar en ellas
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    La Navidad, es obvio, tiene algo especial. Nunca he podido descubrir su misterio, saber dónde se encuentra su magia. Creo que es algo que va más allá de la unidad familiar, de los buenos deseos en todos los corazones, de los regalos, del Adeste fideles o de las vacaciones. La magia, el hechizo de la Navidad es mucho más profundo. Yo siempre sentía —y siento— como un temblor desconocido en mi línea de flotación.
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    Hace un millón de años, cuando éramos niños, lo que más nos gustaba de la Navidad era la fiesta de los Reyes Magos. Ninguna otra fecha del año tenía mayor fascinación para nosotros
  • Yatzel Roldáncompartió una citael año pasado
    Cuando eres niño, los años se hacen muy largos. Duran tanto, me parece, porque su medida no son los días o las horas, sino la intensidad. Únicamente los niños producen el milagro de transformar la teoría de la relatividad de Einstein en un hecho real
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