“Mejor hecho que perfecto”.
¿Qué significa?
Significa que si nuestras propias expectativas son innecesariamente altas, no podremos darnos cuenta de que el tiempo que estamos dedicando a hacer un trabajo ‘perfecto’, en realidad no repercute de manera directa en la productividad ni en la efectividad de nuestro trabajo.
Por el contrario, sabotea nuestra productividad.