Wurtzel_ Elizabeth

Un ser humano puede sobrevivir a casi todo, al menos mientras vea un resquicio de luz al final del sufrimiento. Pero la depresión es tan insidiosa, tan constante, que es imposible ver el final. La niebla es como una jaula sin llave.

—No te hace falta una excusa para estar deprimida —me dijo la doctora Sterling en una de nuestras sesiones—. Estás deprimida, y con eso basta. Tienes que dejar de sentirte culpable. La culpabilidad sólo te sirve para deprimirte más aún.

—Ésa es la razón por la que un intento de suicidio es algo que siempre me ha atraído. Quiero decir que, teniendo en cuenta que he sido un fracaso total en mis múltiples intentos por convertirme en una adicta a las drogas y al alcohol, lo único realmente terrible que me podría ocurrir es que me muriese de una sobredosis o algo por el estilo. Así, todo el mundo pensaría que estoy de veras enferma, y no sólo un poco deprimida, que es lo que piensan ahora.

A veces, me digo, ojalá pudiera echarme a andar por el mundo con un adhesivo que dijera MANÉJESE CON CUIDADO pegado en la frente. A veces pienso, ojalá hubiese un modo de hacer saber a la gente que no sólo por vivir en un mundo en el que no hay reglas, no sólo por llevar una vida marginal, no me siento angustiada a la mañana siguiente.

«¿Comprenden ustedes, caballeros, que todo el horror reside precisamente en esto, en que no hay horror?»

No dejes que se dé cuenta de lo chiflada que estás, me decía. Nadie quiere a una chica que esté por los suelos, como tú.

La gente enloquece cuando no tiene ni un cartón de leche en la nevera.

Lloro por la naturaleza elusiva del amor, la imposibilidad de tener a alguien siempre y por entero que sea capaz de colmar el hueco, ese hueco abierto que en mí se ha llenado ahora depura depresión.

—Creo que la intimidad y la proximidad que puedes experimentar cuando estás con Rafe es algo de lo que has estado privada, algo que has necesitado durante tanto tiempo que eso te lleva ahora a estos extremos emocionales, sobre todo cada vez que sientes que él se aleja mínimamente —sugirió la doctora Sterling—.

le odiaba porque él me había llevado a dejarlo todo sin habérmelo pedido siquiera.