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Mariam Orazal

  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    —Bueno, apenas lo conozco en persona, pero creo que antes de la muerte de su esposa era un tipo bastante soportable. Un duque, ya sabes, pero con algo de sangre en las venas.

    —¿Insinúas que ya no corre sangre por sus venas?

    —Creo que en su caso es tan azul y aristocrática que, en lugar de fluir, marcha a ritmo militar
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    Tal vez no formaba parte de su naturaleza o quizá la cuestión residía en que solo quienes caminan por el centro del río alcanzan a ver ambas orillas. Pertenecía a un mundo, una sociedad, cuya hegemonía garantizaba no solo la seguridad y el acomodo de sus miembros, sino también sus aspiraciones intelectuales y emocionales. Pero trabajaba con frecuencia en la otra orilla del río; aquella en la que ni la supervivencia ni la integridad estaban del todo aseguradas.
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    Hay personas, Paige, que incluso se atreven a salir a la calle sin buscar un conflicto que resolver. ¿Puedes creerlo?
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    Paige encontraba ridículo clasificar las enfermedades por grados de estatus, pero ¿qué se podía esperar de una sociedad que les hacía eso mismo a los seres humanos?
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    Usted se hubiera marchado como un cobarde?

    —Pero ¿de qué habla? —Se irguió con expresión ofendida—. Yo no tengo nada que ver con eso. Soy un hombre, y además...

    —¿Y por ser mujer tengo que soportar que me insulten sin hacer nada? —explotó, poniendo los brazos en jarras. Siempre oía el mismo argumento y empezaba a cansarse de que todos supusiesen que una mujer debía cuidarse de causar problemas—. ¿No tengo derecho a defenderme?

    —Yo... —Breighton dudó un segundo. Después salió de detrás de la mesa y apoyó la cadera contra el borde—. Sí, claro que sí; pero, dígame de qué le ha servido, maldita sea. ¿Qué quería conseguir enfrentándose a ellos?

    —¡Respeto! —ladró, completamente furiosa.

    —Orgullo —retrucó él, con un convencimiento absoluto.
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    —¡Ellos no tienen ningún derecho a considerarme inferior ni intelectual ni físicamente!

    —Ellos no deberían haberle importado, para empezar. Pero, por invencible que se crea, lo cierto es que ellos ¡sí! eran más fuertes físicamente. Solo hay que verla... —El duque se mesó el cabello y comenzó a negar con la cabeza. A Paige no le gustó un ápice que pareciese decepcionado—. La única verdad es que es usted incapaz de controlar su lengua. Es insolente y terca, demasiado como para darse cuenta de cuándo tiene que abandonar una contienda.

    Aquello le dolió de un modo que Paige ni siquiera pudo comprender. Su corazón dejó de latir o quizá le explotó en el pecho, no sabría decirlo, pero algo dolió allí dentro. No iba a mostrarlo, no obstante.

    —¡Usted no sabe nada de mí! Lo único que he querido en mi vida es ejercer la medicina honestamente sin que nadie se sienta legitimado para tirarme fruta podrida por el hecho de ser mujer. ¡Y mucho menos a maltratarme! Quiero ser médico, es lo que he querido siempre y tengo derecho a serlo.

    —Y lo es, maldita sea —bramó el duque con el ceño fruncido—. ¿No puede dejarlo así? ¿Tiene que obligar a todo el mundo a que comulgue con ello? ¿Tiene que ganarse el respeto a fuerza de meterse en líos?

    —Me da igual el respeto de esos críos. ¡Y el suyo! —Después de chillar eso, Paige se dio cuenta de la escena que estaban interpretando. Intentó recomponerse, pero se sintió incapaz de controlar su genio; estaba casi temblando y casi llorando—. Me respeto yo misma, que es algo que muchos no pueden decir. Si la gente como usted me brinda su desprecio por atreverme a tener sueños y luchar por ellos... Que así sea. ¡Me importa un pimiento!
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    El margen de error como médico la había vuelto a tomar por sorpresa. Una cosa era conocer la teoría de los procesos del comportamiento humano y otra muy distinta, experimentarlos.
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    Con una confianza nacida de quién sabe dónde, Breighton alzó las manos hacia su cintura, la hizo avanzar un paso más y dejó caer la cabeza contra el vientre de Paige, quien, sorprendida y conmovida, llevó los dedos hasta su cabello sedoso y cálido.

    —Cualquier padre —dijo con voz temblorosa— que ame a su hijo sufriría ante la sola idea de ponerlo en riesgo. No debe culparse por ello.

    —No quiero equivocarme —dijo él, al tiempo que abrazaba sus caderas.
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    —Esto no está bien... —añadió.

    No. Que alguien como ella besase a un duque no estaba bien. Aquella atracción, aunque fuese mutua, era inadecuada. Y el hecho de que se dejasen arrastrar por ella mientras la vida del niño peligraba, era detestable
  • Elena Herpercompartió una citahace 2 años
    —Algún día tus provocaciones te costarán esa bonita dentadura, Richard.

    —Y ese día seré inmensamente feliz de darte una buena paliza, Brei. Llevo años deseándolo —convino él—. Mientras tanto, te ruego que mantengas a la señorita Clearington en esta casa. Te rejuvenece de un modo que creía imposible.

    —¿De qué hablas?

    —Pues de que en esta media hora he visto más sangre en ti de la que te ha circulado en la última década. Incluso me ha parecido que tu rostro ha intentado sonreír en cierto momento, pero no me atrevo a apostar ni una guinea por eso.
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