Alberto Pujol Cruz

El ser humano, posee tres instintos principales que aseguran su adaptación y supervivencia:

 Instinto de conservación. Nos ayuda a conservar recursos y administrar nuestra energía.

 Instinto Social. Nos ayuda a comunicarnos, ayudarnos y formar parte de grupos.

 Instinto transmisor. Nos ayuda a perpetuar la especie, enseñar y aprender

Instinto Conservación no significa ser conservador, no tiene nada que ver con ideologías políticas ni nada por el estilo.
Instinto Social no implica ser sociable, simpático o extrovertido. Conozco a más de un “social” muy borde…
Instinto transmisor no es ser muy hablador, hay muchas formas de transmitir, como puede ser nuestra imagen o nuestra gestualidad

Enfocarse en algo, no significa cumplirlo ni lograrlo satisfactoriamente.

Las personas con el instinto de conservación más desarrollado, le dan mucha importancia a conservar lo suyo, y “lo suyo” puede ser su casa, su familia, su barrio, su trabajo…

Son personas previsoras y cuando salen de su ámbito habitual, se aseguran de tener controlada la situación

Las habilidades principales de las personas con un gran desarrollo del instinto conservador son:

Previsores de futuros problemas. Se anticipan a lo que puede suceder.
Observadores. No se les escapa detalle, aunque no lo parezca están en todo.
Gestores de recursos. Saben administrar perfectamente lo que tienen, lo que les hace muy buenos para organizar tareas y temas financieros tanto en el hogar como en el trabajo.
Consejeros. Dan muy buenos consejos gracias a su capacidad de analizar riesgos

también tienen unas debilidades bastante claras. Las más comunes son:

Poca intensidad. A veces se muestran con falta de energía, motivación, potencia…
Falta de riesgo. Les cuesta mucho tomar decisiones arriesgadas, lanzarse.
Exceso de humildad. No saben venderse, hablar abiertamente de sus cualidades.
Poco influyentes. No suelen defender sus ideas con énfasis o con carisma

Las personas con un instinto muy desarrollado de conservación, tienen su instinto transmisor más descuidado. Les cuesta venderse y mostrar su lado más atractivo

Las personas con el instinto social más desarrollado se sienten felices cuando están en entornos dónde hay otra gente. Les gusta pasear por zonas donde hay ambiente, les gusta estar conectados con otras personas, ya sea en persona, por internet o por teléfono

Tienen una habilidad especial para las relaciones interpersonales, se dan cuenta en seguida de las necesidades de los demás, saben qué decir y cómo actuar para encajar rápidamente en un grupo y son capaces de crear grandes comunidades de personas, ya que no tienen ningún problema en reunir amistades de distintos ámbitos para que se conozcan entre todos y así, aumentar el grupo.