Sergio Bitar

Creo que también fue importante que, desde nuestras distintas posiciones, fuimos asumiendo la cuota de responsabilidad que teníamos.

Pero para responder directamente a su pregunta, creo que una decisión importante fue intentar derrotar al régimen militar siguiendo sus propias reglas del juego.

La reflexión en conjunto nos permitió derribar prejuicios y construir confianzas.

Fue un proceso largo. Yo he hablado del «reencuentro de los demócratas».

Hubo un gran movimiento social de apoyo a las demandas democráticas: trabajadores y sindicatos, estudiantes universitarios y mujeres, que ejercieron un papel unitario defendiendo los derechos humanos y ciudadanos.

El adversario no era solo Pinochet, que no tenía un pelo de tonto. Era hábil y contaba con el apoyo de una parte de la población y, sobre todo, con el apoyo irrestricto de las Fuerzas Armadas de Chile: Ejército, Armada y Aviación.

sin alterar demasiado ni comprometer lo que pudiéramos llamar la convivencia pacífica entre los chilenos. Fue difícil. En realidad fue bastante complejo.

Previamente le diría que, más allá de esas decisiones, la historia del país fue muy importante para la transición.

En ese proceso fuimos construyendo confianzas entre quienes habíamos sido adversarios.

Sus dirigentes veían la política como un instrumento para alcanzar la libertad, la seguridad y la prosperidad para el conjunto de la sociedad, y no como un medio para salvar almas, curar corazones o remediar el tedio y el malestar.