Eugène Fromentin

no soy ya nada, en el supuesto de que alguna vez fui algo

En fin, de inútil para todos llego a ser útil para algunos

No tengo, pues, por qué quejarme.

La misión es sencilla y me bastaré para cumplirla.

¡Hay tantas maneras de decir la verdad sin expresarla por entero!

si es verdad que el objeto de toda existencia humana se cifra más bien en la transmisión que en la evolución personal

¿Era sincero? Muchas veces me lo he preguntado,

El absoluto desprendimiento de ciertas cosas, ¿no permitiría alguna mirada sobre las lejanías de lo que no se confiesa?

Así, pues, no hago más que tomarle por su palabra, al tratarle casi como a un desconocido.

Era el otoño la primera vez que le encontré. La casualidad me le hizo conocer