La guerra, no sólo ella, pero ella de una forma directa y brutal, ha abierto un mundo en el que la crueldad y la violencia parecen no tener límites, donde la corrupción y la irracionalidad son norma. Ofrecer la anécdota de esas notas terribles, también su sentido general, es el rasgo que marca la evolución del artista aragonés a lo largo de estos años, una evolución que encuentra su punto más alto en las Pinturas negras.