La atención mientras se lavan los platos: friegue los platos relajadamente, como si cada uno de ellos fuera un objeto de contemplación. Considere cada plato como la Auténtica Realidad. Siga la respiración para prevenir la dispersión mental. No trate de apresurarse para acabar cuanto antes. Considere el lavado de la vajilla co mo la cosa más importante del mundo. Fregar platos es meditación, y si no puede hacerlo con atención, tampoco podrá meditar mientras se sienta en silencio