Marta Orriols

He leído que la memoria a largo plazo guarda recuerdos a partir de una cierta reconstrucción y abstracción, y que por esa razón puede llegar al extremo de producir algunos falsos. Me pregunto cómo se guarda tu recuerdo intacto y de una manera honesta.

Me sería mucho más fácil si los pudiera percibir en orden cronológico, pero no es así. Aparecen aleatoriamente, van y vienen como manadas desperdigadas que no ayudan a dar forma al conjunto de claroscuros que fue tu vida, o tu vida sin mí.

la muerte repara lo irreparable, es irreversible y lo falsea todo.

Sexo vacío. ¿Adónde va a parar todo el deseo cuando no se consuma? ¿Se transforma como la energía, que pasa de formas útiles a otras menos útiles? Y ¿qué es más útil que el fantasma del deseo para continuar viviendo?

Cada acto corresponde a un tamaño, a una altura y a un peso, y la suma es la medida del vacío y del dolor que siento cuando intento asumir que yo ya no formaba parte de sus planes de futuro.

Lídia es una mujer cada vez más irritable, y me cuesta reconocer en ella indicios de la seguridad que me transmitía antes. Está molesta con una vida que se ha portado la mar de bien con ella. Hay personas que brillan cuando hay conflictos que resolver, pero que cuando las cosas van bien se marchitan, se aburren y se apaga el halo que las hacía especiales. No sirve de mucho no querer aceptar que la amistad también envejece, como los libros, como las películas, que de repente parecen tan obsoletos. El pensamiento me hace sentir miserable. Pero no puedo permitirme perder a más personas queridas, así que me obligo a seguirle el juego.

Somos dos adultos que, como tantos otros, hemos quedado fuera de los circuitos familiares, fuera de las maternidades, de las paternidades, de las parejas. Dos adultos que viven sin estar íntimamente comprometidos con otro ser humano. Somos libres, o quizá somos prisioneros de nuestra libertad.

Los escombros de la vida los esconde una donde puede.

La muerte es una gran diseñadora de momentos extraños repletos de conversaciones a destiempo.

Los tentáculos de la muerte son indiscretos, largos, y se entremeten sin permiso también en las relaciones, debilitándolas y quebrándolas.