Estos matrimonios no reflejan necesariamente una patología o un trastorno psicológico o de pareja. Sin embargo, para que todo vuelva a funcionar —antes de que sea demasiado tarde— es preciso recuperar el deseo a nivel fisiológico y de manera natural, siempre que el aparente desinterés sea transitorio y tenga su causa en otros problemas entre los cuales el sexo constituye la última de las preocupaciones; si, en cambio, el problema es estructural, será necesario recurrir a una terapia