Virgilio

Comienza enunciando el objeto del poema, la fundación providencial del pueblo romano y la misión de su héroe. Y nos expone la ira de Juno hacia Eneas

PROEMIO

Yo soy aquel que modulé otro tiempo canciones pastoriles
al son de mi delgado caramillo. Después dejé los bosques
y forcé a las campiñas colindantes a plegarse
al codicioso afán de los labriegos. Mi obra fue de su agrado

Batido en tierra y mar arrostró muchos riesgos
por obra de los dioses, por la saña rencorosa de la inflexible Juno

por qué resentimiento la reina de los dioses
forzó a un hombre, afamado por su entrega
a la divinidad, a correr tantos trances, a afrontar tantos riesgos

Dicen que Juno la prefirió entre todas. Samos viene después.
Allí tuvo sus armas, allí tuvo su carro de guerra.

Temerosa de este presagio, la hija de Saturno traía a su memoria
la guerra que otro tiempo libró por sus queridos argivos ante Troya

fondo. [70]
Tengo catorce ninfas de hermosura arrogante: la más bella de todas, Deyopea,
voy a unirla contigo en firme enlace, haré que sea tuya para siempre,
que por este servicio que me prestas pase todos los años
[75] de su vida contigo y te haga padre de lucida prole

A ti, reina, te cumple revelar tus deseos; a mí el alto deber
de hacer lo que me mandas

Aprisa, retiraos. Decidle a vuestro rey que no es a él sino a mí
a quien le tocó en suerte el mando de los mares

Que ejerza en ella Eolo su poder. [140]
Y que reine en la cárcel donde encierra a los vientos