Vive entre los dos mundos —dijo—. Pero no nos dejes para siempre: a mi gente, a tu gente… a mí.
Valeria Maza Valdiviezocompartió una citahace 2 años
a que sus ojos no paraban de desviarse hacia los narcisos colocados en un fino jarrón sobre la mesa. No había muchos, solo dos o tres, y los pétalos estaban definidos, marchitos y curvados como los dedos de un cadáver.
artevistaa13compartió una citael año pasado
Perséfone estaba sentada al sol.
Opiniones
Zamira Galiano Rodriguezcompartió su opiniónhace 3 meses