Mars Lauderbaugh

  • Librosmaslibroscompartió una citahace 8 meses
    No me llores,

    porque si lloras yo peno,

    en cambio, si tú me cantas,

    yo siempre vivo y nunca muero.

    «La Martiniana», canción popular mexicana
  • Zoa❔compartió una citahace 3 meses
    —Lo que creció demasiado es tu trasero —se burló Yadriel y, con una sonrisa socarrona, añadió—: Quizás deberías comer menos pastelitos.

    —¿Y perder estas curvas? —Ella se pasó las manos por la cintura y las caderas con una sonrisa sarcástica—. Gracias, pero prefiero morirme
  • Caro Costamagnacompartió una citael año pasado
    Técnicamente, Yadriel no estaba invadiendo ninguna propiedad privada porque llevaba toda la vida viviendo en el cementerio… pero allanar la iglesia era, sin duda, cruzar la línea de ambigüedad moral.
  • Lena Pérezcompartió una citahace 3 meses
    el barrote le arañó dolorosamente el pecho a través del binder de poliéster y elastano
  • Dayana Martinezcompartió una citahace 3 meses
    pero allanar la iglesia era, sin duda, cruzar la línea de ambigüedad moral.

    Sin embargo, si quería demostrar de una vez por todas que era un nahualo, tenía que realizar el rito delante de la Dama Muerte.
  • Dayana Martinezcompartió una citahace 3 meses
    A esta habilidad inherente se le sumaban los poderes que su Dama les concedía. Los poderes de la vida y la muerte: la capacidad de percibir las enfermedades y las lesiones en los vivos, y de ver y de comunicarse con los muertos.
  • Dayana Martinezcompartió una citahace 3 meses
    Los nahuales no necesitaban ver a los espíritus para saber si alguno andaba cerca: los hombres y las mujeres de su comunidad los sentían como una brisa de aire frío o como un hormigueo en lo más profundo de sus mentes.
  • Dayana Martinezcompartió una citahace 3 meses
    Pero a los nahualos no les gustaba obligar a los espíritus a cruzar al más allá y, mientras no se tornaran malignos, los dejaban tranquilos. De todos modos, los espíritus tampoco podían quedarse eternamente; al final, acababan convertidos en una versión repugnante y violenta de ellos mismos.
  • Yuecompartió una citahace 5 meses
    —Tú sabes quién eres, yo sé quién eres y Nuestra Señora también lo sabe. ¡Los demás se pueden ir al carajo! —
  • Yuecompartió una citahace 5 meses
    Pero estaba harto. Harto de perdonar. Harto de tener que luchar simplemente por existir y ser él mismo. Harto de ser el raro.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)