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Friedemann Schulz von Thun

  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    «Con cada incitación invades un reino», precisamente el reino de la liberad y de la propia iniciativa. El empeño del receptor por defender su reino se ha estudiado con frecuencia como una «reactancia» psicosocial. En la educación y en las parejas se producen muchas injerencias en el reino del otro que provocan esta reactancia. Sobre todo si el reino de la propia personalidad es pequeño surge con facilidad la inclinación a inmiscuirse en los asuntos de los demás, tratando de imponer las propias concepciones como pauta para el otro.
    Por cierto, que la alergia del receptor a la incitación también tiene su reverso en muchos emisores: hay educadores, profesores, jefes, etc. que por temor a resultar autoritarios no se atreven a dar órdenes e instrucciones claras, incluso en situaciones en que es adecuado y acorde con el reparto de los roles. Esto desencadena fácilmente una comunicación pseudodemocrática, por completo confusa y desconcertante. En vez de «Ahora haz esto y esto» a menudo se oye «Quizá nosotros…». Si la postura democrática no está en sintonía con el carácter de la situación ni con la constelación de los roles, entonces desencadenará confusión y perplejidad comunicativa a todos los niveles.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Las incitaciones como medio ineficaz para los cambios profundos

    En muchos casos, las incitaciones fracasan porque son, en sí mismas, un medio inadecuado para la resolución del problema. Imaginemos el caso de un hombre que está tan celoso de su mujer que vigila con desconfianza cualquier paso que da. Su amigo le aconseja: «¡No seas tan celoso y desconfiado! ¡Así se echan a perder los matrimonios!». Este consejo se da con buena intención, pero como ayuda es completamente inútil. Los celos están demasiado interiorizados como para que el hombre los haga desaparecer como un sombrero viejo.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Las incitaciones como usurpadoras de la experiencia de iniciativa propia

    Un chico de 14 años, cuyos padres van a pasar el fin de semana fuera, se propone arreglar el jardín para darle una grata sorpresa a su padre. Cuando se están despidiendo, el padre le dice: «Si te aburres mucho tal vez podrías arreglar el jardín». Al chico le asalta internamente la decepción, todo se ha echado a perder. Ya no puede hacerlo porque la incitación ha anulado el valor de la acción.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    En un sistema cerrado de reglas e instrucciones en que se prescriben todas las buenas acciones sin resquicio alguno, en lugar de fomentarlas más bien se impide su cumplimiento. Si todo lo que es correcto está regulado, los jóvenes se evadirán buscando experiencias de iniciativa propia en conductas infantiles o destructivas. Las heroicidades no son compatibles con las prescripciones.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Las incitaciones que impiden la conducta espontánea

    En el último apartado hemos visto que ciertas acciones de alguna manera pierden su esencia en cuanto se efectúan obedeciendo a una incitación. Es el caso de las acciones o conductas que, por su naturaleza, solo surgen de forma espontánea, es decir, que solo pueden producirse de forma voluntaria y por el propio impulso. Cuando el emisor incita al receptor a hacer una de estas acciones de naturaleza espontánea, se suele hablar de la «paradoja-sé-espontáneo» (Watzlawick y otros, 1974). Un ejemplo: un hombre muy rara vez regala flores a su mujer, y solo si ella se lo pide expresamente. Así que ella le dice: «¡Me gustaría que alguna vez me regalaras flores sin que yo te lo pidiera!». El hombre no puede dar una respuesta a la incitación, precisamente porque es esta la que lo impide.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    El sueño y todos los fenómenos espontáneos son como las palomas: si se intentan atrapar se escapan volando; si se les ofrece la mano abierta, quizá se posen en ella.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    «La comunicación es un deporte que se juega en cuatro campos y con cuatro balones al mismo tiempo».
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Pregunta: ¿Qué ventajas tiene esta metáfora aparte de que pueda gustar especialmente a la gente interesada en el deporte?
    Respuesta: Aquí queda muy claro que se puede marcar un gol en un campo (por ejemplo, en el campo objetivo) y, al mismo tiempo, en la propia puerta en otro campo (por ejemplo, en el de la relación). También puede suceder que el balón de un campo salga disparado por los aires hasta otro campo, y de pronto, por equivocación, se esté compitiendo con dos balones.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Sigmund Freud dijo una vez: «El primero que lanzó un insulto en lugar de una flecha fue el fundador de la civilización».
  • MIKE ROXScompartió una citael año pasado
    Reinhard Tauch, creó un proyecto de investigación en torno a la cuestión de cómo transmitir información de manera comprensible. Después de algunos años, llegamos a la conclusión de que la comprensibilidad se basa en cuatro pilares: la sencillez (en la formulación lingüística), la estructura y el orden (en la construcción del texto), la brevedad y la precisión (en vez de redundancia y prolijidad) y los estímulos adicionales (recursos de estilo).
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