Yuliana Ortiz Ruano

Es difícil imaginarse a un padre.

Así es como la pierdes, Junot DÍAZ.

Casi siempre se pega sus güisquis, pero esa vez estaba chupado como solo se chupa la gente en un velorio.

Mi ñaño Jota decía que bailar es escuchar con la cintura, mija, nada más, los pies a uno se le mueven solitos, vea.

sin vergüenza que con vergüenza no se llega es ni a la esquina.

lo descarmenaban entero antes de empezar a trenzar y una vez iniciada la peinada solo la podía parar el fin del mundo

supe que bailar también era su forma de curarse.

para que lo sano se quede en el cuerpo toda la semana y lo enfermo se vaya.

Sida, su ñaño Jota se muñequeó de sida. Mijita, pordiós, eso no se celebra.

A mí lo que más me extraña del interior de la casa no son los muebles, ni los adornos enjaulados, tampoco los tapetes que mi mami Nela teje los fines de semana para colocarlos debajo de los adornos o del teléfono de ruedita roja que nunca he visto funcionar.