Jaime Collyer

Citas

Adal Cortezcompartió una citael año pasado
El propagandista experto, tal como el publicista experto, evita la apelación evidente a lo emocional y se afana por lograr un tono que sea consistente con la cualidad prosaica de la vida moderna: de muelle indiferencia. El propagandista tampoco hace circular información «intencionalmente prejuiciada». Sabe que las verdades a medias son instrumentos más efectivos de engaño que las mentiras. Así, intenta impresionar al público con estadísticas de crecimiento económico que obvian el año a partir del cual se hace el cálculo, con hechos precisos, aunque sin sentido, acerca del nivel de vida; en otras palabras, con datos brutos, sin interpretar, que invitan a la audiencia a extraer la conclusión ineludible de que las cosas están mejorando y que el régimen actual merece toda la confianza del pueblo, o, como contrapartida, que las cosas están empeorando a un ritmo tal que debería otorgarse al régimen facultades de emergencia para lidiar con la crisis. Valiéndose de detalles precisos para insinuar una imagen errónea del todo, se ha dicho que el propagandista diestro hace de la verdad la principal forma de falsedad.
Adal Cortezcompartió una citael año pasado
En la propaganda, como en la publicidad, la consideración relevante no es si la información describe acuciosamente una situación objetiva, sino si parece verdadera. A veces se vuelve necesario suprimir la información, incluso cuando refleja los méritos del Gobierno, por la simple razón de que los hechos suenan poco demostrables.
Adal Cortezcompartió una citael año pasado
El objetivo de la política estadounidense en Vietnam quedó definido, desde un principio, como la necesidad de velar por la credibilidad norteamericana. Dicha consideración, que cobró ribetes de auténtica obsesión, invalidó repetidas veces principios básicos del arte del gobierno, como la evitación de riesgos excesivos, la necesidad de evaluar la probabilidad de éxito o fracaso y el cálculo de las consecuencias estratégicas y políticas de la derrota.
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