Así, nuestra posición es que los individuos humanos se sintonizan con el terreno común que comparten con los otros, y esto no siempre implica una lectura recursiva de la mente del otro pero, en todo caso, si es necesario, pueden descomponer su terreno común, compuesto por unas cuantas capas recursivas, para preguntase cosas como qué piensa él que pienso yo sobre su pensamiento.