―Zoey ―grita, agarrando mi brazo y tirando de mí para evitar que huya―. ¿Qué diablos está pasando?
Tomando un aliento fortificante, giro sobre mis talones y jalo mi brazo para liberarlo de su agarre. Hay un millón de cosas que podría decir y estoy segura de que tendré que explicar más allá de esto, pero decido comenzar con la verdad audaz.
―Estamos rompiendo.