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Nordica Libros

  • Vero Escobarcompartió una citahace 2 años
    Quisiera no entender, pero no puedo:

    es la vulgaridad que me envenena.

    Me empobrecí porque entender abruma,

    me empobrecí porque entender sofoca,
  • Tamara Maplecompartió una citael año pasado
    En lo que me resta de vida, el amor me ayudará a entender el sentido del tiempo
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Tuve que ponerme las manos en las axilas porque querían matarla, agarrarla del cuello y simplemente estrangularla
  • Almudena Anéscompartió una citael mes pasado
    Antes de que se enfriara: un corazón palpitante de conejo.
  • Patricia Suárezcompartió una citahace 4 meses
    Además, ¿quién dice que solo hay una única verdad auténtica? La mentira es igual de vivaz que la verdad, si no más.
  • Patricia Suárezcompartió una citahace 4 meses
    El amor es una enfermedad, y no hay ley escrita para la enfermedad.
  • Pam Rangelcompartió una citael año pasado
    Pero cuando al fin pasa el encantamiento, el hombre a veces siente y lamenta haber cuidado tan poco de sí mismo en medio de esa felicidad, no haber duplicado sus reflexiones, sus recuerdos, no haber proseguido con su disfrute…, como si el hombre completamente feliz tuviera cuándo hacer esas cosas, ¡si ni se para a meditar sus sentimientos
  • Yalid Vargascompartió una citahace 2 años
    Como si el mar se retirara
    y mostrara un mar más lejano;
    y ese, otro aún más lejano;
    y el tercero no fuera sino la conjetura
    de series de mares
    no visitados por las costas;
    y estos mismos, el borde de otros mares.
    Esto es la Eternidad
  • Karelle Buendia Longoriacompartió una citahace 2 años
    Y ahora le doy una vez más las buenas noches y usted me lo agradece respirando apaciblemente.
    Suyo. Franz K.
  • Vero Escobarcompartió una citahace 2 años
    PESO ANCESTRAL

    Tú me dijiste: No lloró mi padre;

    tú me dijiste: No lloró mi abuelo;

    no han llorado los hombres de mi raza,

    eran de acero.

    Así diciendo te brotó una lágrima

    y me cayó en la boca... más veneno

    yo no he bebido nunca en otro vaso

    así pequeño.

    Débil mujer, pobre mujer que entiende,

    dolor de siglos conocí al beberlo;

    ¡oh, el alma mía soportar no puede

    todo su peso!

    ( Irremediablemente, 1919
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