Viviana Rivero

A Oscar…

porque no se puede escribir del amor si no se lo conoce,

y él me lo ha hecho conocer de una y mil formas.

Ay, Argentina! No hace una semana que estoy en tus calles, y ya no aguanto más tus paros, tus piquetes y el apuro con que vives

—Recuerda, para que surta el efecto esperado lo tienes que completar con un viaje a La Falda, al Hotel Edén.

el Hotel Edén es un monumento a la tristeza, y a la decadencia. A lo que fue mi país. A lo que fue Argentina y ya no es. Un testimonio de la riqueza y distinción que hemos perdido, porque alguien se las robó.

«A mi país, mi querida Argentina donde el crisol de razas, la fuerza de los inmigrantes y su lejanía austral hacían de ella, en 1940, el único lugar donde el abanico de posibilidades era tan extenso que incluía amores que estarían prohibidos en cualquier otra parte de este mundo. A mi país, por haberme permitido vivir uno de esos amores».

todos vivimos en Argentina y el mundo podrá estar en guerra, pero aquí no lo estamos.

las heridas de miserias sufridas durante años no le permitían serlo en forma completa

«Siempre habrá alguien que tiene más que uno, pero también siempre alguien que tiene menos

Brindo por vos, que te das el lujo de tener un buen corazón

Saldrían del Edén e irían por el Camino del Cuadrado, un sendero de cornisa hecho a pala y pico por los empleados del Hotel en 1924