Delfin G. Marcos

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Hay un grizzly… dentro de mí… —soltó mientras sollozaba, con los ojos rojos.
    Desde entonces, sus padres y su hermano llaman así a los momentos en los que Akita pierde el control
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    El vestido de perlas de hielo está colgado cerca de su cama. Su madre se lo ha hecho expresamente por su cumpleaños, pero Akita no quiere ponérselo. Tampoco va a soplar las siete velas de la tarta, ni va a invitar a siete amigos para jugar con ella, ni recibirá siete regalos
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Akita vive con sus padres y su hermano en esta cabaña de madera, en el corazón del bosque polar
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Se contaban todo tipo de historias sobre la grugluka. Según las malas lenguas, tenía la espalda curvada como un yak, los ojos casi ciegos, pelos en la barbilla, unas uñas largas como garras, el aliento de reno. Al parecer, la anciana se comía a los niños, sobre todo a aquellos que se comportan como grizzlies
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Si iba a ser devorada, ¿por qué tenía que ponerse Akita su vestido de perlas de hielo?
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Para evitar despertar al grizzly que habita en ella, Akita prefiere estar sola
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Aun así, si uno escucha atentamente, el silencio esconde multitud de sonidos
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Está muy enfadada con ellos. Desde que aprendió a caminar, su madre y su padre no paran de prohibirle cosas tan peligrosas como jugar al escondite en una tormenta de nieve, dibujar en la banquisa o bien organizar un combate de dragones polares en la bañera. ¡Peligro! ¡Alerta roja! ¡La pequeña tiene los dedos cubiertos de escarcha! ¡Ha patinado en el glaciar sin casco! ¡Pretende beberse un iceberg a sorbitos
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Me convierto en un grizzly cuando grito o cuando lloro o cuando me revuelco por el suelo o cuando…
    —¡Ah! Entiendo
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
    Pero continúan caminando. Akita nunca había recorrido un pasillo tan largo y congelado…
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