Una vez desarrollada la confianza y el aprecio, finalmente puedes vencer el miedo, lo que se relaciona con la analogía de la silla de montar. En las enseñanzas budistas hablamos de desarrollar un sentido de equilibrio mental de tal modo que, si te encuentras en un estado de desatención, tu conciencia te devuelve a ti automáticamente, igual que en el proceso de patinar sobre el hielo el cuerpo se reequilibra automáticamente por sí mismo para evitar la caída. En la silla de montar, mientras te mantengas con una buena postura y estés bien sentado, puedes superar cualquier movimiento sorprendente o inesperado que realice tu caballo. Así, la idea de la silla de montar nos sugiere la necesidad de estar bien asentado en la vida.