es

ed.

  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    El arte del tatuaje es un don –dijo el vigilante nocturno con firmeza–. Tiene que serlo, como podéis ver
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Para su ojo atento, el pie de una persona era tan expresivo como su rostro. Este era la perfección absoluta. Los dedos exquisitamente esculpidos, las uñas como las iridiscentes conchas dispersas en la orilla de Enoshima, un talón redondeado como una perla y una piel tan lustrosa como bañada por las límpidas aguas de un arroyo primaveral de la montaña
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Jim Ross había tenido un sueño. Un sueño maravilloso, en su opinión. Porque era un sueño de dinero. Se había casado con Marcia dos meses antes de la muerte del padre de ella, supuestamente riquísimo. El padre murió en la mayor insolvencia. Fue un golpe tan duro que a punto estuvo de partirle su puro corazón.
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Aprecio a Marcia. Y la apreciaría más si no tuviera que sentir lástima por ella
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    No sé por qué. Siempre he procurado tratarlo con cordialidad… aunque solo sea por ti y por la pobre Marcia; y hasta donde me lo permite él, claro. Supongo que es por haber tenido el mal gusto de pedirme que me case contigo
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    –Saca a Marcia a bailar –le ordenó–. La pobrecita está allí sentada haciendo esfuerzos por sonreír y poner cara de pasárselo bien. Pero le tiene miedo a Jim, no para de pensar que va a aparecer de repente para regañarla o fulminarla con la mirada
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Saca a Marcia a bailar –le ordenó–. La pobrecita está allí sentada haciendo esfuerzos por sonreír y poner cara de pasárselo bien. Pero le tiene miedo a Jim, no para de pensar que va a aparecer de repente para regañarla o fulminarla con la mirada. Lo sé. Jim es tan celoso que la p
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Saca a Marcia a bailar –le ordenó–. La pobrecita está allí sentada haciendo esfuerzos por sonreír y poner cara de pasárselo bien. Pero le tiene miedo a Jim, no para de pensar que va a aparecer de repente para regañarla o fulminarla con la mirada. Lo sé. Jim es tan celoso que la pobre
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Marcia no le da motivos para nada –replicó Helen–, lo sabes mejor que yo. Lo adora. Y él la intimida a muerte. Y lo de tus celos… bueno, no creo que sepas ni lo que significa esta palabra. Y por eso te quiero. Vamos, vete a buscar a Marcia –concluyó, tajante
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 2 años
    Los años siguientes se resumían en varias impresiones distintas, sin secuencias coherentes, una serie de imágenes vívidas, cinematográficas; muchos barcos, muchos puertos, muchas tierras
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)