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Virginie Despentes

  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Siempre me he sentido fea, pero tanto mejor porque esto me ha servido para librarme de una vida de mierda junto a tíos amables que nunca me habrían llevado más allá de la puerta de mi casa. Me alegro de lo que soy, de cómo soy, más deseante que deseable.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Pretender que los hombres y las mujeres se llevaban mejor antes de los años setenta es una contraverdad histórica.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Es necesario, de todos modos, que las mujeres sientan que han fracasado. En cualquier cosa que emprendan, debemos poder demostrar que ellas lo han hecho mal. No hay actitud correcta, forzosamente hemos cometido un error en nuestra elección, se nos responsabiliza de un fracaso que es, en realidad, colectivo, social y no femenino.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Es necesario, de todos modos, que las mujeres sientan que han fracasado. En cualquier cosa que emprendan, debemos poder demostrar que ellas lo han hecho mal. No hay actitud correcta, forzosamente hemos cometido un error en nuestra elección, se nos responsabiliza de un fracaso que es, en realidad, colectivo, social y no femenino.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Esta proximidad quedará entre las cosas imborrables: cuerpos de hombres en un lugar confinado en el que estamos encerradas, con ellos, pero sin ser como ellos. Nunca iguales, nuestros cuerpos de mujer. Nunca seguras, nunca como ellos. Somos el sexo del miedo, de la humillación, el sexo extranjero. Su virilidad, su famosa solidaridad masculina, se construye a partir de esta exclusión de nuestros cuerpos, se teje en esos momentos. Es un pacto que reposa sobre nuestra inferioridad. Sus risas de tíos, entre ellos, la risa de los más fuertes, de los más numerosos
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    . En nuestra cultura, desde la Biblia y la historia de José en Egipto, la palabra de la mujer que acusa al hombre de haberla violado es una palabra que ponemos inmediatamente en duda.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    al darme cuenta de hasta qué punto yo veía la violación de mi amiga como un acontecimiento a partir del cual nada sería nunca como antes, acabé aceptando, de rebote, lo que nosotras mismas sentíamos. La herida de una guerra que se libra en el silencio y en la oscuridad
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    desde el momento en que se llama a una violación violación, todo el dispositivo de vigilancia de las mujeres se pone en marcha: ¿qué es lo que quieres?, ¿que se sepa lo que te ha sucedido? ¿Qué es lo que quieres?, ¿que todo el mundo te vea como a una mujer a la que eso le ha sucedido? Y de todos modos, ¿cómo es posible que hayas sobrevivido sin ser realmente una puta rematada? Una mujer que respeta su dignidad hubiera preferido que la mataran. Mi supervivencia, en sí misma, es una prueba que habla contra mí.
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Una tal Camille Paglia escribe un artículo que me interpela y me hace reír, en el que describe el efecto que le causa ver a los jugadores de fútbol sobre el terreno, fascinantes bestias de sexo llenas de agresividad. Empieza su artículo hablando de cómo le gusta toda esa rabia guerrillera, ese alarde de sudor y de piernas musculosas en acción. Y eso la lleva, como de oca en oca, a hablar de violación. He olvidado los términos exactos. Pero, era algo así, en esencia: «Es un riesgo inevitable, es un riesgo que las mujeres deben tener en cuenta y deben correr si quieren salir de sus casas y circular libremente. Si te sucede, levántate, dust yourself, desempólvate, y pasa a otra cosa. Y si eso te da demasiado miedo, entonces quédate en casa de mamá y ocúpate de hacerte la manicura».
  • Jocelyn Alfaro Ramirezcompartió una citahace 2 meses
    Por primera vez, alguien valoraba la capacidad de recuperarse de una violación, más que de largar un florilegio de traumas de forma condescendiente. Desvalorización de la violación, de su alcance, de su resonancia. Eso no anulaba nada de lo que había pasado ni borraba nada de lo que habíamos aprendido aquella noche.
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