Puede verse que el concepto de intermedialidad
nos pone en una situación teórica distinta a la que propone el concepto de intertextualidad, en tanto abarca no solo la conciencia sobre el lenguaje y las relaciones textuales de orden significativo, sino también la base material y tecnológica en la configuración de las formas expresivas y las distintas mediaciones, más las diversas formas de cognición, percepción, implicación, participación e interacción de los usuarios, lo cual proporciona un ámbito de análisis orientado a pensar en los “complejos” mediáticos y las ecologías comunicativas que de ellos se derivan.