Julio Ramón Ribeyro

  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    En San Gabriel había demasiado espacio para la pequeñez de mis reflejos urbanos.
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    Me di cuenta de que ella no es­taba allí, que su cuerpo era solo un pretexto porque su co­razón latía a muchos años de distancia. La paz, la infinita calma de su semblante, la deshumanizaban, la volvían abs­tracta como una idea o una plegaria. Mis rodillas se doblaron y, de pronto, me encontré inclinado sobre su falda, la mirada impávida, como a la orilla de mi propia tumba.
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    Yo quedé un rato contemplando por la rendija el ojo del delincuente. Era un ojo irritado y terrible que me llenó de estupor, porque me pareció que por él miraba, no una persona, sino una multitud de gente desesperada.
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    Los incidentes anteriores habían dejado su larva y mi cora­zón comenzaba a pudrirse.
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    soledad comenzaba a parecer­me como una enfermedad o un mal augurio. Me disponía a levantarme cuando vi a Leticia apoyada en una columna, a pocos pasos de mí. Sus apariciones eran siempre impre­vistas. Yo estaba seguro de que surgía del viento, que tenía un pacto con las cosas
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíacompartió una citahace 4 meses
    negro Reynaldo decía que los perros veían al diablo y que si nos untáramos los ojos con sus legañas nos moriríamos de espanto.
  • regencompartió una citahace 2 años
    A lo más, me limitaría a pintar rayas rojas en una pizarra negra,
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 6 meses
    Al escribir mis cuentos en la pobreza o en la bonanza, en unas horas o en años de correcciones, en mi país o fuera de él, sólo he querido que ellos entretengan, enseñen o conmuevan. Y he querido, también, proporcionarme un placer: pues escribir, después de todo, no es otra cosa que inventar un autor a la medida de nuestro gusto.
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 6 meses
    mi obra cuentística está agrupada bajo el rubro de La palabra del mudo. ¿Por qué este título? Porque en la mayoría de mis cuentos se expresan aquellos que en la vida están privados de la palabra. Los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia sin sintonía y sin voz. Yo les he restituido este hálito negado y les he permitido modular sus anhelos, sus arrebatos y sus angustias.
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 6 meses
    al leer cuentos de Kafka, Joyce, James, Hemingway y Borges, por citar algunos autores, descubrí nuevas probabilidades y goces en el relato breve; la lógica del absurdo, la habilidad técnica, el arte de lo no dicho, la eficacia del diálogo, y la sapiencia y fantasía puestas al servicio de paradojas y parábolas intelectuales.
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