James Allen

La flor silvestre que el caminante casual pisa sin fijarse es un mensajero celestial de lo invisible para la mirada espiritual de un poeta.

No hay progreso que no parta de nuestro desarrollo interior, ni hay progreso seguro hacia la prosperidad, ni hacia la paz, excepto a través de un avance ordenado en el conocimiento.

No hay práctica más degradante, humillante y destructora del alma que la autocompasión.
¡Arrójala lejos de ti! Mientras semejante parásito esté alimentándose de tu corazón, jamás lograrás crecer hacia una vida más plena.

El hombre rico que carece de virtud, en realidad es pobre; y tan seguro como que las aguas del río van a dar al océano, él se dirigirá —en medio de sus riquezas— otra vez hacia la pobreza y la mala fortuna; y aunque muera rico cosechará los amargos frutos de toda su inmoralidad.

Pero examina bien tus motivaciones, ya que la mayoría de las veces en que el dinero es deseado con el propósito de ayudar y bendecir a otros, el verdadero motivo oculto es en realidad un anhelo personal de ser popular, de alimentar el ego personal o el deseo de ser considerado como un filántropo o benefactor.

El corazón que en verdad desea hacer el bien no espera a que le llegue el dinero para hacerlo, sino que viene al altar del sacrificio, deja los elementos indignos de su ego, sale y esparce bendiciones sobre vecinos y extraños, amigos y enemigos, sin hacer distinciones.

El dinero no representa la verdadera riqueza, tampoco la posición social, ni el poder; depender de él es como caminar en un piso resbaladizo.

Ajustar todos tus pensamientos a una perfecta e inquebrantable fe en la omnipotencia y supremacía del bien es cooperar con dicho bien y hallar en ti mismo la solución y destrucción de todo el mal. Cree y vivirás.

Donde hay miedo, preocupación, ansiedad, duda, problemas, disgusto o decepción, habrá ignorancia y falta de fe.

Temer o preocuparse es tan pecaminoso como maldecir, porque ¿cómo puede uno temer o preocuparse si intrínsecamente cree en la justicia eterna, en el bien omnipotente y en el amor sin límites? El temor, la preocupación y la duda son sinónimos de negatividad y falta de fe.