Ya al día siguiente las dos cosas, el rechazo y la atracción, se han incrementado. Ha vivido tranquilo sin ningún vínculo efectivo con Felice, soñando con ella como con una muerta que nunca podría volver a la vida, «y ahora que se me ofrece una posibilidad de acercarme a ella, vuelve a ser el centro de todo. Sin duda ella perturba también mi trabajo. Sin embargo, cuando en los últimos tiempos pensaba en ella, como me parecía la persona más ajena a mí con la que me haya encontrado nunca…».