Nunca me había sentido de esta forma por un revoleo de ojos, pero, por algún motivo, es increíble. Cómo me pone en mi lugar y, al mismo tiempo, me hace sentir cálido por dentro. Es por la manera en que lo hace. Cómo se burla de mí, pero, a la vez, está en mi equipo.
Dios, tengo que dejar de analizar revoleos de ojos.