Ariana Harwicz

Nace el amor, muere el amor, nace el amor, muere el amor tantas veces se conecta y desconecta en una misma vida como una red eléctrica.

Esta época nos regala un nuevo modelo de artista consagrado y amado. Es el artista con muchos seguidores que llenan los estadios, le hacen batir récords, ven todo lo que hace, pero no les gusta su música, no se emocionan con sus canciones. ¿Y qué celebran entonces? Lo que celebran es la persona. Son como un club de fans de la persona. Son los artistas que trabajan en su imagen política, trabajan para caer bien. En definitiva, este siglo nos regala a escritores que odian escribir, y a cantantes que odian cantar, con fans que odian sus libros y sus canciones.

¿Por qué las mujeres preguntamos a nuestros maridos qué comiste? ¿Qué mierda queremos saber preguntando qué comiste, si cojieron? ¿Si son infelices con nosotras? ¿Si piensan en abandonarnos diciendo que van a tomar un helado?

mente es como un trineo inmundo que nos arrastra por malos caminos dejando huellas para que nos atrapen,

Todo amor es un crimen pero cómo podría vivir sin eso

Nuestra generación nos arruinó la vida, nos embaucaron, nos dejamos mentir, les mentimos a los que vinieron después, les mentirán a los siguientes. Yo les pregunté: ¿por qué nos estafaron? Los que nos decían que los chicos pioneros en Moscú estaban ahí levantando el puño y diciendo: Seremos como Él, los libertadores, los que sean. Al final todo se divide en una lucha entre el bien y el mal.

Me llevan, ya pasan al acto, no hubo indulto, no estoy arrepentido de nada, toda acusación es un plagio y todo mi rencor es legítimo. Si ahora mismo empezara a matar gente no quedaría nadie vivo.

Qué desgraciado no es padre no es hombre, es verdugo sin valores, no tiene temor, es parásito.

Algunos padres solo quieren a sus hijos cuando son infantes y todavía mantienen alguna ilusión de que serán alguien, que los podrán salvar, sacar del fango, cuando se dan cuenta de que eso no va a pasar, pierden todo interés, incluso los odian por el tiempo que invirtieron durante cuarenta, cincuenta, en el peor de los casos, sesenta años.

Vivir, vivir, vivir como autos fuera de control