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Natasha Knight

  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    La cosa es que lo quiero, pequeño monstruo. Me encantaría sentir ese apretado coño virgen tuyo apretando mi polla.
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    Las siguientes semanas transcurren en una tregua duradera. Somos tiernos el uno con el otro. Hacemos el amor. Nos tumbamos juntos en la cama, Mercedes se acurruca a mi lado. La abrazo y me pregunto cómo podré dormir en esta cama cuando ya no esté en ella.
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    La conductora, que se llama Nikki, me cuenta su obsesión por el K-pop durante todo el viaje.
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    Termino el café y dejo la taza a un lado. Aún está bebiendo la suya.

    —Dos pequeños monstruos —digo.

    Me mira vacilante y asiente.

    —¿Fui tan bestia que tuviste demasiado miedo de decírmelo?

    Dirige su mirada a su café y lo deja a un lado.

    —Todo lo que sabía era que no podía interrumpir el embarazo.
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    —Están pateando. Probablemente tienen hambre —dice, mirándome. Cuando no me muevo, toma mi mano y la pone sobre su barriga, y lo siento. Siento la presión de una mano o un pie. Contacto. Los bebés están haciendo contacto.

    Mercedes me observa, pero me quedo mudo.

    —¿El gran Lawson Montgomery está finalmente estupefacto?

    —He estado estupefacto durante mucho tiempo, pequeño monstruo. —No tengo idea de por qué lo digo, y claramente, ella está sorprendida y confundida.
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    Me aparto, y ella está sonrojada, sus ojos brillando negros cuando está excitada. Le saco el camisón y la acuesto. Le quito las bragas. Y la miro durante mucho, mucho tiempo. Veo cómo su cuerpo va cambiando y es aún más hermoso con sus pechos hinchados y su barriga protuberante. La beso en la boca, el espacio en su garganta entre sus clavículas, su pecho y sus senos. Beso su vientre y lamo la línea oscura que conduce a su sexo, donde le abro las piernas y la saboreo mientras gime. Noto la diferencia sutil en su aroma (supongo que, las hormonas del embarazo) y sumerjo mi lengua dentro de ella, luego vuelvo a su clítoris hinchado.

    Suena igual cuando se corre. Sujeta mi cabello y me atrae hacia ella, sus muslos cerrándose a ambos lados de mi cabeza, apretando a medida que gime mi nombre.
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    —¿Cómo están las cosas entre tú y tu hermano? —pregunto.

    —De hecho, está bien. Lo estamos haciendo bien. También Ivy y yo. Se pone un poco loca cuando se trata de hacer compras para los bebés. —Sonríe, y me alegra verlo, me alegra escuchar esto.

    Mi teléfono suena con un mensaje y recuerdo todas esas notificaciones, pero las ignoro.

    —Me encargaré de ti. Todos ustedes lo saben, ¿verdad?

    Inclina su cabeza, sus ojos escudriñándome.

    —¿Qué te hace pensar que necesitamos que nos cuiden?

    —Soy su padre.

    Niega con la cabeza.

    —No tienes que hacer nada. Ni siquiera tienes que reconocerlos. No necesito tu dinero. No necesito tu apellido. No necesito nada de ti. —No estoy seguro si tiene la intención de herir, pero lo hace. Hiere profundo—. Además… —Deja su tenedor, su rostro cerrándose, esa mujer de arriba que estaba riéndose desapareció por completo—. Sé que sería difícil, siendo el próximo consejero del Tribunal y…

    —Me importa un carajo el Tribunal.
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    —¿Te refieres a algo más que su intención de atraerme a su casa con un cachorro? —comento secamente.

    —Creo que es lindo. —Solana le rasca la cabeza a Pestilencia y mueve las cejas—. No me importaría que un tipo sexy intentara atraerme a su casa con un cachorro.

    Le lanzo una mirada fulminante.

    —¿Acabas de llamar sexy a Juez?

    Otra sonrisa inocente.

    —¿Por qué te molesta? Lo es. Tengo ojos. ¿No puedo hacer esa observación casual?
  • Brittany Funescompartió una citael año pasado
    —Solana. Voy a preguntarte una vez más. ¿Qué dijo?

    —Está pensándolo. Pero supongo que pronto escucharemos campanas de boda. Me encargaría de eso si fuera tú, Juez.

    La campana de la puerta suena como si se estuviera burlando de mí, y me doy vuelta para encontrar a Georgie entrando. Me lanza su habitual mirada furiosa a modo de saludo, luego sonríe radiante a Kali. Sin embargo, no espero a que llegue a ella antes de arrebatársela de los brazos a Solana, ante la protesta del perro y la mujer, y salgo de la tienda pensando en cómo voy a matar exactamente a Clifton Phillips.
  • b3224090493compartió una citael año pasado
    Tal vez solo me gusta cómo te ves atada.
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