Me aparto, y ella está sonrojada, sus ojos brillando negros cuando está excitada. Le saco el camisón y la acuesto. Le quito las bragas. Y la miro durante mucho, mucho tiempo. Veo cómo su cuerpo va cambiando y es aún más hermoso con sus pechos hinchados y su barriga protuberante. La beso en la boca, el espacio en su garganta entre sus clavículas, su pecho y sus senos. Beso su vientre y lamo la línea oscura que conduce a su sexo, donde le abro las piernas y la saboreo mientras gime. Noto la diferencia sutil en su aroma (supongo que, las hormonas del embarazo) y sumerjo mi lengua dentro de ella, luego vuelvo a su clítoris hinchado.
Suena igual cuando se corre. Sujeta mi cabello y me atrae hacia ella, sus muslos cerrándose a ambos lados de mi cabeza, apretando a medida que gime mi nombre.